La Quiaca


Octubre - La Manka Fiesta



El sábado dio inicio la ancestral Manka Fiesta en la fronteriza ciudad de La Quiaca, único evento popular de pura raigambre nativa que data desde tiempos inmemorables antes de la llegada del español, donde durante ocho días convergen gente de los pueblos andinos tanto desde nuestro país, Bolivia y vallistos para trocar o vender sus productos. 
La ceremonia inaugural estuvo encabezada por el intendente quiaqueño Dante Velazquez junto al legislador provincial Manuel Soler, además de otras autoridades comunales. Como estaba estipulado el ballet Javier Pantaleon deleitó a los presentes con varios números anticipando la gran celebración, cientos de turistas siguieron atentamente el evento.

Seguidamente hubo actuaciones de grupos musicales llegados desde Cotagaita y Ojo de Agua, ambas localidades bolivianas, posteriormente el primer mandatario dijo algunas palabras destacando la realización de la feria, asimismo que haya sido declarada de interés cultural desde Provincia y Nación en otro tramo dijo “la Pachamama hoy debe estar más que contenta en el sentido que nuestra fiesta ancestral es un encuentro sin distinciones, no hay fronteras porque se mantienen las economías regionales para la prosperidad de los pueblos” sostuvo. A continuación se dejó inaugurado el símbolo que de ahora en adelante representará a la festividad, la Cruz Chakana símbolo incaico que significa el ciclo vital del hombre y las cosas que lo rodean en este mundo terrenal fusionando con lo cósmico del antiguo imperio, culminó todo con la ceremonia de la Pachamama. 

Las jornadas no podían ser más propicias porque el buen clima acompañó durante los dos días que dieron el puntapié a la “Manka”, el cielo estaba celeste y el Dios Inti obligó a los curtidos rostros puneños a usar sus sombreros ovejunos para mitigar el calor. 
Feria popular

Desde el viernes es incesante el ir y venir de personas, aún siguen usando ganado para traer sus productos, los burros es el transporte adecuado para la región, el movimiento es incesante porque las carpas para la venta de mercaderías están repletas también aquellas de comidas y bebidas. Los rostros muestran felicidad, pasaron 365 días para que nuevamente aquellos desde zonas alejadas puedan interrelacionarse con otras personas o encontrar la pareja porque en el pueblo de origen escasean y muchos decidieron buscar otros horizontes migrando hacia lugares donde no hay cerros ni la tranquilidad propia de esta zona. Hasta el próximo domingo la magia de la Manka Fiesta se adueñó de las calles quiaqueñas y hasta el 28 de octubre promete mantener el ritmo incesante de feriantes, turistas y puesteros que tienen como punto de encuentro los predios del ex Ferrocarril Belgrano. Los feriantes fueron llegando con sus ollas, frutas, carnes disecadas con las técnicas de antaño y cañas huecas con enigmáticos contenidos, también están los artesanos, que vinieron desde lugares de los que nunca oímos hablar y mucho menos encontrar en un mapa. Canastas, lanas en todas sus variedades: de oveja, de llama, de alpaca, de vicuña, se mezclan con una variedad infinita de cerámicas donde predominan las ollas de diferentes tamaños, vasos, maceteros, adornos, mate con bombilla de caña y ungüentos que no se conocen en el mundo y que prometen beneficios tan rápidos y efectivos como cualquiera de los que ofrecen en alguna farmacia, a cada paso llegan desde los puestos aromas tan intensos como desconocidos.

El colorido y los sabores también parecen no tener fin en este encuentro que conserva mucho de la cultura de nuestro pueblo, La Quiaca es pura Manka Fiesta, una de las tradiciones más antiguas e importantes de la región. Una oportunidad que sólo se ofrece una vez al año, para conocer las diversas formas de expresión cultural de los pueblos que se dan cita en el pórtico norte boreal patrio. 

El jefe de la comuna quiaqueña manifestó su alegría por esta edición de la fiesta, ya que a simple vista superaba las expectativas previstas. Dijo además que estaba abocado a recuperar el espíritu festivo de la tradición y la cultura de los pueblos, el Municipio además organizó la exposición de animales típicos de la región, para lo cual se realizaron las gestiones pertinentes ante Senasa, para que los ganaderos puedan traerlos sin ningún inconveniente, lo cual elevó el nivel de la Fiesta del Trueque, que ya se vive a pleno en La Quiaca. La capacidad hotelera superó el 80 % y se estima más de 100 mil personas entre sábado y domingo disfrutaron del evento, las carpas en total fueron 320 de todo rubro y la organización estuvo a la altura de las circunstancias teniendo como condimento especial la actuación de conjuntos folclóricos de nivel internacional.

Una vez más La Quiaca se convirtió en el centro de atención por la “Fiesta de las Ollas”.

Fuente: Diario El Tribuno - 22 de octubre del 2012

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